"Nadie sabe lo que puede un cuerpo" B. Spinoza.


Frecuencia: semanal

Clases teóricas: obligatorias

Práctica hospitalaria: optativa

Bono contribución por la totalidad de la cursada: $100



viernes, 3 de agosto de 2012

7ª Clase: La pulsión y sus señuelos


La pulsión y sus señuelos
Susana Sujarchuk

Vamos a partir del Seminario 11, Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis.

Uno de los cuatro conceptos es la pulsión
En el Seminario de la Ética y en el Grafo del Deseo, Lacan estudió la pulsión articulada al Gran Otro, con la escritura del matema correspondiente.
En este Seminario, estudia la pulsión en relación al objeto a.
Plantea, entonces, que todo analista conoce por su experiencia lo pulsional
Dice: ”No es preciso adentrarse mucho en el análisis del adulto, basta haber analizado niños para conocer ese elemento clínico que confiere peso clínico a cada una de nuestras intervenciones, ese elemento es la pulsión.
Freud diferenció a la pulsión del instinto y subrayó cuatro términos para la pulsión:   El empuje, la fuente, el objeto, la meta.
Drang, empuje. La pulsión es una fuerza constante, esta idea de fuerza constante tacha cualquier relación de la pulsión con la necesidad como el hambre o la sed. Para Freud, la pulsión tiene carácter de perentoriedad, para Lacan de irrepresible. La pulsión se anuda al problema de la satisfacción. Pregunta: Como podemos plantear la satisfacción de una fuerza constante?

Entonces, la meta  de la pulsión que es la satisfacción,  Lacan la va a plantear como un imposible.
Cuál es la meta,entonces?  Hacer un recorrido; volver sobre el borde. Qué va a decir del objeto? El objeto es indiferente, no es el alimento, no es el pecho.
La pulsión da vuelta, contornea un vacío. El objeto es un vacío.
Entonces, tanto la meta como el objeto son dos imposibles, definiendo lo imposible como lo real.
La fuente: para Freud, es un proceso somático que se desarrolla en un órgano o en una parte del propio cuerpo representado en la vida anímica. Para Lacan son también las zonas erógenas y que tienen estructura de borde: boca, ano.
El problema clínico se nos plantea a nivel de la satisfacción, algo dice Lacan les pasa a los pacientes a ese nivel, sienten que algo no anda bien en ese nivel…e indica justamente, que nosotros analistas intervenimos en el asunto porque encontramos que ahí, hay un demasiado esfuerzo, un demasiado sufrimiento, un penar de más asociado a la pulsión….”Nos metemos en el asunto, porque creemos que hay otras vías, vías más cortas, porque el estado de satisfacción se ha rectificar a nivel de la pulsión”.
Entonces la pulsión es un montaje que pasa por artificios gramaticales (Pulsión  y destinos de pulsión)
Algo que viene del cuerpo entramado al lenguaje. Freud indica: la pulsión nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos que provienen del cuerpo y alcanzan al alma como una medida de exigencia que es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal.
“La pulsión es un montaje a través del cuál la sexualidad participa de la vida psíquica y de una manera que tiene que conformarse con la estructura de hiancia característica del inconciente.” (Lacan)
Estructura de hiancia característica del inconciente: un significante representa a un sujeto para otro significante.
La pulsión siempre es parcial respecto de la finalidad biológica de la sexualidad, en relación a la pulsión parcial la situación es igual para todos los sujetos sean niños o adultos.

Entonces el punto está; subrayo: En la integración de la sexualidad en la dialéctica del deseo.
Para esto se requiere que entre en juego algo del cuerpo que podríamos designar con el término de aparejo
(En la clase se escribió  el dibujo sobre el trayecto de la pulsión de la página 185 Capítulo La pulsión parcial y su circuito del Seminario 11  Versión en castellano.)
En el dibujo se indica el lugar del objeto vacío, objeto perdido, ni origen, ni meta de la pulsión. La flecha que contornea en su vaivén un agujero, y el borde que es la marca del significante en el cuerpo Todavía no está inscripto ni el Otro, ni el sujeto
El ejemplo de la pulsión: la boca que se besa así misma, instancia pura de la pulsión oral cerrándose sobre su propia satisfacción. Es el silencio de la pulsión.
Aquí una faz topológica, una de las caras de la pulsión, del objeto perdido.
La otra cara es la pulsión que se encadena al  Otro, al significante, al lenguaje.
A  la gramática: la voz activa, la voz pasiva y la voz media.
Freud lo planteó por ejemplo con el ver, a) como actividad, dirigida a un objeto ajeno: Mirar. b) La resignación del objeto, la vuelta de la pulsión hacia una parte del propio cuerpo, por lo tanto el trastorno en pasividad. El establecimiento de una nueva meta: Ser mirado. c) La inserción de un nuevo sujeto, el agente, al que uno se muestra; a fin de ser mirado por él. Ser mirado por una persona ajena.
Entonces, la actividad de la pulsión se concentra en un hacerse: chupar, cagar, ver, oír.
Hacerse ver retorna sobre el propio sujeto, el hacerse oír se dirige al Otro; la función de llamado al Otro.
Desde esta faz topológica, la pulsión se engancha al Otro.
Por eso el pasaje de la pulsión oral a la pulsión anal, no es producto de maduración, sino es producto de la intervención del  Otro, de algo que no pertenece al campo de la pulsión, sino de la  Demanda, intervención de la  Demanda del Otro.
“La pulsión desempeña su papel en el funcionamiento del inconciente, debido a que algo del aparejo del cuerpo, está estructurado de la misma manera, debido a la unidad topológica de las hiancias en cuestión.”
Unidad topológica, el objeto a, en la neurosis objeto causa de deseo, y vinculado a la pulsión, la función de plus de gozar.
Las dos fases Por un lado  el sujeto acéfalo, y el objeto a como puro agujero; que por otro lado articulado al significante dará en la en la neurosis, el sujeto del inconciente y el objeto a como objeto perdido será causa de deseo. Tiene comunidad topológica, pero no son lo mismo.
Cito, dos faltas se superponen:”Una se debe al defecto central en torno al cual gira la dialéctica del advenimiento del sujeto en el campo del Otro…Está falta retoma otra falta, la falta real anterior que ha de situarse en el advenimiento del sujeto en la reproducción sexuada…La falta real es la que pierde el ser viviente, de su porción de viviente por reproducirse vía sexuada …Esta falta es real porque remite a algo real, porque el viviente por estar sujeto al sexo queda sometido a la muerte individual” ( pag 213 Seminario 11)
De ahí la búsqueda que hace el sujeto de una parte de sí mismo, para siempre perdida.
En este punto Lacan articula a la libido, como un órgano esencial para entender la naturaleza de la pulsión. La libido es definida como un órgano irreal, como puro instinto de vida, y es lo que se sustrae al ser viviente por esta sometido al ciclo de reproducción sexual. Entonces el objeto a, no son más que sus representantes, sus figuras: la placenta, el pecho, lo que el individua pierde al nacer.”Hemos descubierto que el órgano de la libido, la laminilla, enlaza con el inconciente a la pulsión llamada oral, anal, escópica, o invocante… encarna la libido a la parte faltante”

Entonces como se anuda lo planteado? Se anuda en la transferencia. La transferencia es la puesta en acto de la realidad del inconciente. Inconciente que es realidad sexual que implica decir realidad pulsional. La relación al Otro no es directa, sino que está mediada por el objeto a. Esto implica decir siguiendo a Freud, que  ofrecemos la transferencia para que se escenifique delante de nosotros todo el pulsionar patógeno.

Voy a tomar un punto o una forma de plantear el problema que me resulto interesante planteada por Enrique Millan, en una conferencia El sugiere siguiendo a Lacan , lo que llama El destapador. En general uno tiene una botella y lo que busca es el destapador. Pues bien, las cosas se pueden pensar diferentes, tengo el destapador pero me falta la botella. De cuál botella es este destapador?
Es decir con este recorrido, que cuestiones de la clínica con niños nos es posible pensar. Con este destapador a cual botella vamos a destapar, a qué botella corresponde
Convengamos que en la clínica con niños, los niños  en general no vienen de entrada planteando cuestiones como me chupo el dedo y no sé que hacer, o no puedo parar y soy muy inquieto, o me hago caca, etc.
Como plantaba Laura  en la reunión pasada, en un análisis con un niño, muchas veces el cuerpo es el personaje principal, por mostración o por inhibición.
Entonces la pregunta central es, como podemos intervenir en el campo de la satisfacción pulsional, en el goce, cuando el sujeto no formuló aún la pregunta, cuando no se lo pregunta.
Algunas propuestas surgen  de nuestro recorrido, para una dirección de la cura  A) Integrar la sexualidad en la dialéctica del deseo. B) Que la falta que se pone en juego en la dialéctica del inconciente, se articule con la otra falta, la falta  real.
De qué manera? Sabemos que uno de los modos es el juego y el lugar que el analista tome allí. Fukelman  planteaba que lo que el niño demanda es la posibilidad de apertura lúdica, en tanto el juego implica alivio. Alivio en el sentido que el principio del placer limita algo que de lo contrario resultaría excesivo.
 Qué haya juego… pero no se trata de cualquier juego, es la puesta  de los elementos significantes singulares, que se encuentran encarnados. Se trata de hacer jugar esos elementos significantes.. Por un lado conceptualizamos el juego como discurso, como pantalla, como escena, Pero hoy me interesa subrayar que también podemos pensar  la idea de apertura  lúdica, más allá del juego. Lo lúdico podríamos empezar a pensarlo en todas las formas y los distintos lugares desde los cuales intervenimos con los niños que no toma solamente la forma de lo que definimos juego Me refiero a como los recibimos, a  nuestra voz y a nuestra entonación, a la intervención corporal, nuestros gestos, …es decir a nuestra enunciación, a las distintas maneras según cada caso que les disputamos el objeto,.
En la clase se presentó una viñeta clínica para ilustrar la intervención del analista en relación a una niña que se succionaba el pulgar.  El trabajo con los padres para ubicar  el lugar que ocupaba la niña en relación a la fantasmática  materna y la intervenciones en el análisis con la nena para cediera su posición de chuparse el dedo, anudada a un hacerse  tonta. (Como se dice vulgarmente cuándo alguien se chupa el dedo)

Referencias bibliográficas:
Freud, Pulsiones y sus destinos.
Lacan, Seminario 11
Fukelman, Conversaciones con Jorge Fukelman
Cagliolo Sara, Conferencia sobre objeto y pulsión en las psicosis