La pulsión y sus señuelos
Susana Sujarchuk
Vamos a partir del Seminario 11, Los
Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis.
Uno de los cuatro conceptos es la
pulsión
En el Seminario de la Ética y en el
Grafo del Deseo, Lacan estudió la pulsión articulada al Gran Otro, con la
escritura del matema correspondiente.
En este Seminario, estudia la
pulsión en relación al objeto a.
Plantea, entonces, que todo
analista conoce por su experiencia lo pulsional
Dice: ”No es
preciso adentrarse mucho en el análisis del adulto, basta haber analizado niños
para conocer ese elemento clínico que confiere peso clínico a cada una de
nuestras intervenciones, ese elemento es la pulsión.
Freud diferenció a la pulsión del
instinto y subrayó cuatro términos para la pulsión: El empuje,
la fuente, el objeto, la meta.
Drang, empuje. La pulsión es una
fuerza constante, esta idea de fuerza constante tacha cualquier relación de la
pulsión con la necesidad como el hambre o la sed. Para Freud, la pulsión tiene
carácter de perentoriedad, para Lacan de irrepresible. La pulsión se anuda al
problema de la satisfacción. Pregunta: Como podemos plantear la satisfacción de
una fuerza constante?
Entonces, la meta de la pulsión que es la satisfacción, Lacan la va a plantear como un imposible.
Cuál es la meta,entonces? Hacer un recorrido; volver sobre el borde.
Qué va a decir del objeto? El objeto es indiferente, no es el alimento, no es
el pecho.
La pulsión da vuelta, contornea un
vacío. El objeto es un vacío.
Entonces, tanto la meta como el
objeto son dos imposibles, definiendo lo imposible como lo real.
La fuente: para Freud, es un
proceso somático que se desarrolla en un órgano o en una parte del propio
cuerpo representado en la vida anímica. Para Lacan son también las zonas
erógenas y que tienen estructura de borde: boca, ano.
El problema clínico se nos plantea
a nivel de la satisfacción, algo dice Lacan les pasa a los pacientes a ese
nivel, sienten que algo no anda bien en ese nivel…e indica justamente, que
nosotros analistas intervenimos en el asunto porque encontramos que ahí, hay un
demasiado esfuerzo, un demasiado sufrimiento, un penar de más asociado a la
pulsión….”Nos metemos en el asunto, porque creemos que hay otras vías, vías más
cortas, porque el estado de satisfacción se ha rectificar a nivel de la
pulsión”.
Entonces la pulsión es un montaje
que pasa por artificios gramaticales (Pulsión
y destinos de pulsión)
Algo que viene del cuerpo entramado
al lenguaje. Freud indica: la pulsión nos aparece como un concepto fronterizo
entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos
que provienen del cuerpo y alcanzan al alma como una medida de exigencia que es
impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal.
“La pulsión es un montaje a través
del cuál la sexualidad participa de la vida psíquica y de una manera que tiene
que conformarse con la estructura de hiancia característica del inconciente.”
(Lacan)
Estructura de hiancia
característica del inconciente: un significante representa a un sujeto para otro significante.
La pulsión siempre es parcial
respecto de la finalidad biológica de la sexualidad, en relación a la pulsión
parcial la situación es igual para todos los sujetos sean niños o adultos.
Entonces el punto está; subrayo: En
la integración de la sexualidad en la dialéctica del deseo.
Para esto se requiere que entre en
juego algo del cuerpo que podríamos designar con el término de aparejo
(En la clase se escribió el dibujo sobre el trayecto de la pulsión de
la página 185 Capítulo La pulsión parcial y su circuito del Seminario 11 Versión en castellano.)
En el dibujo se indica el lugar del
objeto vacío, objeto perdido, ni origen, ni meta de la pulsión. La flecha que
contornea en su vaivén un agujero, y el borde que es la marca del significante
en el cuerpo Todavía no está inscripto ni el Otro, ni el sujeto
El ejemplo de la pulsión: la boca
que se besa así misma, instancia pura de la pulsión oral cerrándose sobre su
propia satisfacción. Es el silencio de la pulsión.
Aquí una faz topológica, una de las
caras de la pulsión, del objeto perdido.
La otra cara es la pulsión que se
encadena al Otro, al significante, al
lenguaje.
A
la gramática: la voz activa, la voz pasiva y la voz media.
Freud lo planteó por ejemplo con el
ver, a) como actividad, dirigida a un objeto ajeno: Mirar. b) La resignación
del objeto, la vuelta de la pulsión hacia una parte del propio cuerpo, por lo
tanto el trastorno en pasividad. El establecimiento de una nueva meta: Ser
mirado. c) La inserción de un nuevo sujeto, el agente, al que uno se muestra; a
fin de ser mirado por él. Ser mirado por una persona ajena.
Entonces, la actividad de la
pulsión se concentra en un hacerse: chupar, cagar, ver, oír.
Hacerse ver retorna sobre el propio
sujeto, el hacerse oír se dirige al Otro; la función de llamado al Otro.
Desde esta faz topológica, la
pulsión se engancha al Otro.
Por eso el pasaje de la pulsión oral
a la pulsión anal, no es producto de maduración, sino es producto de la
intervención del Otro, de algo que no
pertenece al campo de la pulsión, sino de la Demanda,
intervención de la Demanda del Otro.
“La pulsión desempeña su papel en
el funcionamiento del inconciente, debido a que algo del aparejo del cuerpo,
está estructurado de la misma manera, debido a la unidad topológica de las
hiancias en cuestión.”
Unidad topológica, el objeto a, en
la neurosis objeto causa de deseo, y vinculado a la pulsión, la función de plus
de gozar.
Las dos fases Por un lado el sujeto acéfalo, y el objeto a como puro
agujero; que por otro lado articulado al significante dará en la en la
neurosis, el sujeto del inconciente y el objeto a como objeto perdido será causa
de deseo. Tiene comunidad topológica, pero no son lo mismo.
Cito, dos faltas se superponen:”Una
se debe al defecto central en torno al cual gira la dialéctica del advenimiento
del sujeto en el campo del Otro…Está falta retoma otra falta, la falta real
anterior que ha de situarse en el advenimiento del sujeto en la reproducción
sexuada…La falta real es la que pierde el ser viviente, de su porción de
viviente por reproducirse vía sexuada …Esta falta es real porque remite a algo
real, porque el viviente por estar sujeto al sexo queda sometido a la muerte
individual” ( pag 213 Seminario 11)
De ahí la búsqueda que hace el
sujeto de una parte de sí mismo, para siempre perdida.
En este punto Lacan articula a la
libido, como un órgano esencial para entender la naturaleza de la pulsión. La
libido es definida como un órgano irreal, como puro instinto de vida, y es lo
que se sustrae al ser viviente por esta sometido al ciclo de reproducción
sexual. Entonces el objeto a, no son más que sus representantes, sus figuras:
la placenta, el pecho, lo que el individua pierde al nacer.”Hemos descubierto
que el órgano de la libido, la laminilla, enlaza con el inconciente a la
pulsión llamada oral, anal, escópica, o invocante… encarna la libido a la parte
faltante”
Entonces como se anuda lo planteado?
Se anuda en la transferencia. La transferencia es la puesta en acto de la
realidad del inconciente. Inconciente que es realidad sexual que implica decir
realidad pulsional. La relación al Otro no es directa, sino que está mediada
por el objeto a. Esto implica decir siguiendo a Freud, que ofrecemos la transferencia para que se
escenifique delante de nosotros todo el pulsionar patógeno.
Voy a tomar un punto o una forma de
plantear el problema que me resulto interesante planteada por Enrique Millan,
en una conferencia El sugiere siguiendo a Lacan , lo que llama El destapador.
En general uno tiene una botella y lo que busca es el destapador. Pues bien, las cosas se pueden pensar
diferentes, tengo el destapador pero me falta la botella. De cuál botella es
este destapador?
Es decir con este recorrido, que
cuestiones de la clínica con niños nos es posible pensar. Con este destapador a
cual botella vamos a destapar, a qué botella corresponde
Convengamos que en la clínica con
niños, los niños en general no vienen de
entrada planteando cuestiones como me chupo el dedo y no sé que hacer, o no
puedo parar y soy muy inquieto, o me hago caca, etc.
Como plantaba Laura en la reunión pasada, en un análisis con un
niño, muchas veces el cuerpo es el personaje principal, por mostración o por inhibición.
Entonces la pregunta central es,
como podemos intervenir en el campo de la satisfacción pulsional, en el goce,
cuando el sujeto no formuló aún la pregunta, cuando no se lo pregunta.
Algunas propuestas surgen de nuestro recorrido, para una dirección de
la cura A) Integrar la sexualidad en la dialéctica
del deseo. B) Que la falta que se pone en juego en la dialéctica del
inconciente, se articule con la otra falta, la falta real.
De qué manera? Sabemos que uno de
los modos es el juego y el lugar que el analista tome allí. Fukelman planteaba que lo que el niño demanda es la
posibilidad de apertura lúdica, en tanto el juego implica alivio. Alivio en el
sentido que el principio del placer limita algo que de lo contrario resultaría
excesivo.
Qué haya juego… pero no se trata de cualquier
juego, es la puesta de los elementos
significantes singulares, que se encuentran encarnados. Se trata de hacer jugar
esos elementos significantes.. Por un lado conceptualizamos el juego como
discurso, como pantalla, como escena, Pero hoy me interesa subrayar que también
podemos pensar la idea de apertura lúdica, más allá del juego. Lo lúdico
podríamos empezar a pensarlo en todas las formas y los distintos lugares desde
los cuales intervenimos con los niños que no toma solamente la forma de lo que
definimos juego Me refiero a como los
recibimos, a
nuestra voz y a nuestra entonación,
a la intervención corporal, nuestros gestos, …es decir a nuestra enunciación, a
las distintas maneras según cada caso que les disputamos el objeto,.
En la clase se presentó una viñeta
clínica para ilustrar la intervención del analista en relación a una niña que
se succionaba el pulgar. El trabajo con
los padres para ubicar el lugar que
ocupaba la niña en relación a la fantasmática
materna y la intervenciones en el análisis con la nena para cediera su
posición de chuparse el dedo, anudada a
un hacerse tonta. (Como se dice
vulgarmente cuándo alguien se chupa el dedo)
Referencias bibliográficas:
Freud, Pulsiones y sus destinos.
Lacan, Seminario 11
Fukelman, Conversaciones con Jorge
Fukelman
Cagliolo Sara, Conferencia sobre
objeto y pulsión en las psicosis